Monseñor John Richard Cihak, del clero de la
Arquidiócesis de Portland en Oregon (EE.UU.) , nació en 1970. En junio de
1998 fue ordenado sacerdote en la catedral de Portland. Fue nombrado
Ceremoniero pontificio el 30 de junio de 2010.
Mons. Cihak acompañó al papa a durante su reciente viaje
apostólico a Estados Unidos. Con ese motivo concedió una entrevista, en la que
habló sobre la liturgia papal. El texto que aparece a continuación es un
extracto de esa entrevista:
Mons. Cihak dice que los dos papas a los que ha servido son
hombres extremadamente amables. Francisco a veces hace bromas, en el buen
sentido, a los ceremonieros en la sacristía. El papa Benedicto XVI siempre
tomaba con calma los errores que inevitablemente suceden en la liturgia pese a
la planeación; el decía “Sigamos, el Señor nos ayudará”
“Los ceremonieros pontificios hacen que las liturgias salgan
bien y en ellas se pueda orar” explica Mons. Cihack. Los ceremonieros
pontificios se dividen las funciones en las grandes celebraciones, trabajando
con los lectores, los acólitos, los diáconos y los concelebrantes. Uno asiste
al Santo Padre. Todos rotan sus encargos en cada ceremonia para no caer en la
rutina.
En cada liturgia papal hay dos ensayos, uno el día anterior
y otro un par de horas antes. Las cosas generalmente salen bien, pero un buen
ceremoniero necesita ser flexible y elegante frente a los posibles errores.
“Toda clase de cosas pueden suceder”, dijo Mons. Cihak.
El trabajo más importante de los ceremonieros es construir
un ambiente de oración. Mons. Cihak da el crédito de los avances en este
aspecto a Mons. Guido Marini, el hombre delgado y con gafas que dirige las
liturgias papales desde 2007.
“Los maestros de ceremonias ayudan a la gente a tener una
oración más profunda” dice Mons. Cihak. “Mons. Marini lo hace muy bien. El
tiene la paciencia de Job. Nunca lo he visto perder la calma. Eso me inspira”
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