Forma de preparar el misal
Blog en homenaje al gran trabajo que supone preparar las liturgias papales, que deben ser ejemplo a seguir por todos
viernes, 28 de octubre de 2016
martes, 5 de abril de 2016
lunes, 7 de marzo de 2016
Leccionario de Semana Santa
Hemos compilado las lecturas para las celebraciones de Semana Santa.
Para verlo, seguir el siguiente link:
viernes, 4 de marzo de 2016
Textos de Semana Santa
Hemos compilado los textos del Misal Romano las celebraciones de Semana Santa.
Para verlo, seguir el siguiente link:
http://liturgiapapal.org/attachments/article/231/Misal%20Semana%20Santa.pdf
http://liturgiapapal.org/attachments/article/231/Misal%20Semana%20Santa.pdf
miércoles, 2 de marzo de 2016
La bendición final de la Misa
A partir del siglo XII, el Rito Romano incorporó que el
sacerdote impartiera la bendición al final de la Misa, cuando aún se encontraba
en el altar, con la fórmula que todavía hoy se usa: “La bendición de Dios todopoderoso,
Padre, Hijo y Espíritu Santo”.
En la Edad Media se buscó que la bendición final fuera
distinta despendiendo de si celebraba un obispo o un sacerdote, por lo que el
obispo bendecía con la mano, mientras que los sacerdotes lo hacían con algún
objeto sagrado, como un crucifijo. Con el tiempo, se quitó este objeto, pero se
diferenció la bendición del obispo con la del sacerdote porque se agregan
invocaciones al Nombre del Señor antes de que bendiga el obispo.
Actualmente la bendición del obispo es de la siguiente
forma. Con mitra dice: “El Señor esté con ustedes”, a lo que se responde “Y con
tu espíritu”. Luego dice: “Bendito sea el nombre del Señor”, a lo que se
responde “Ahora y por siempre”. El obispo dice: “Nuestro auxilio es el nombre
del Señor”, y se responde “Que hizo el cielo y la tierra.” En ese momento toma
el báculo con la mano izquierda y dice:
“La bendición de Dios todopoderoso, Padre, Hijo, y Espíritu descienda
sobre ustedes”, mientras traza una cruz en la mención de cada Persona Santa: la
primera a la izquierda, a continuación en el centro, y finalmente a la derecha.
En la forma tradicional la bendición es distinta:
1.- El obispo, con mitra, dice: “Dominus vobiscum” (El Señor
esté con ustedes), a lo que se responde “Et cum spiritu tuo. (Y con tu espíritu).
2.- El obispo se hace una cruz en el pecho con la mano
derecha mientras dice Sit nomen Domini benedictum. (Bendito sea el nombre del
Señor), a lo que se responde “Ex hoc
nunc et usque in sæculum” (Ahora y por siempre).
3.-El obispo se santigua mientras dice “Adjutorium nostrum
in nomine Domini” (Nuestro auxilio es el nombre del Señor), a lo que se
responde “Qui fecit cælum et terram” (Que hizo el cielo y la tierra).
4.- El obispo abre y levanta las manos al ancho de los
hombros y la altura de la cabeza mientras dice: “Benedicat vos omnipotens Deus”
(La bendición de Dios todopoderoso).
5.- Une las manos nuevamente, toma con la mano izquierda el
báculo y dice “Pater, et Filius, et Spiritus Sanctus” (Padre, Hijo, y Espíritu
descienda sobre ustedes), mientras traza una cruz en la mención de cada Persona
Santa.
En el caso de los sacerdotes, la Instrucción General del
Misal Romano dispone que deben de extender las manos y saludar al pueblo
diciendo “El Señor esté con ustedes”, a lo que el pueblo responde: “Y con
tu espíritu.” Tras ello, el sacerdote debe unir las manos, e inmediatamente
poner la mano izquierda sobre el pecho y elevar la mano derecha,
agregando: “La bendición de Dios todopoderoso” y, mientras traza el
signo de la cruz sobre el pueblo, proseguir: “Padre, Hijo, y Espíritu
Santo, descienda sobre ustedes” .
En algunos manuales de liturgia, no obstante, señalan que en
palabras “La bendición de Dios todopoderoso” el sacerdote debe abrir y levantar
las manos al ancho de los hombros y la altura de la cabeza. Ello, porque el
Evangelio de Lucas describe que nuestro Señor, antes de ascender al cielo,
bendijo a sus discípulos “levantando las manos”.
Esto sí estaba prescrito en la forma tradicional, pero en la
nueva forma no dice nada.
En esos manuales se indica, también, que el singo de la cruz
de la bendición debe hacerse sólo al mencionar al Hijo. Es decir, que mientras
se menciona al Padre y al Espíritu Santo las manos deben de estar juntas. La
razón que se aduce es que fue por Él que fuimos salvados en el sacrificio de la
cruz. Señalan que una prueba de ello es que los libros litúrgicos ponen una
cruz después de que está escrito “y del Hijo”.
Las rúbricas no indican nada, e incluso en misas de la forma
tradicional se traza la cruz mientras se mencionan a las Tres Personas, y no
solo cuando se menciona al Hijo.
viernes, 26 de febrero de 2016
La comunión eclesiástica de las iglesias orientales
Las Iglesias Orientales, además de ritos propios, tienen una
disciplina particular. Existe una clasificación jurídica de éstas. Un tipo de
iglesia oriental son las patriarcales. En éstas existe un Sínodo Patriarcal,
compuesto por todos los obispos de esa Iglesia. Este Sínodo puede erigir las
eparquías (diócesis) en su territorio, así como elegir a los eparcas (obispos).
El Sínodo Patriarcal tiene el derecho de elegir a su
Patriarca, que es la cabeza, el “primum inter pares”, el primero entre iguales.
A diferencia de otras iglesias orientales, en éstas el
Patriarca no necesitan ser confirmados o nombrados por el Santo Padre. Lo único
que debe de hacer el recién elegido Patriarca es solicitar la comunión
eclesiástica al papa.
La comunión eclesial con el papa se lleva a cabo mediante un
rito. Se celebra una Misa en la Basílica de San Pedro en la que concelebra el
nuevo patriarca con el Prefecto de la Congregación para las Iglesias Orientales
y, después de la consagración, el
cardenal prefecto toma la patena y el cáliz y se las entrega al nuevo
patriarca. Este los recibe y se los devuelve al cardenal prefecto. Después, el
cardenal prefecto toma la patena y el patriarca el cáliz y los muestran al
pueblo. De esta forma se simboliza la comunión eclesial.
Les dejo un video de la Misa celebrada en 2011 en la que se
realiza el intercambio público de la comunión eclesiástica con el nuevo
Patriarca Maronita libanés Bechara Rai y el cardenal Leonardo Sandri, Prefecto de la Congregación
para las Iglesias Orientales
jueves, 25 de febrero de 2016
Epíclesis del rito maronita
La epíclesis es la invocación al Espíritu Santo. En la Misa
se le para que el pan y el vino se conviertan en el Cuerpo y la Sangre de
Cristo, y para que la comunión ayude a la salvación de los que participan de
ella.
En el rito romano, la epíclesis para la transubstanciación
se realiza antes de las palabras de la consagración, mientras el sacerdote
extiende sus manos sobre el pan y el vino.
En el rito maronita, en cambio, la epíclesis tiene lugar
después de las palabras de la consagración, y antes de ellas el sacerdote mueve
sus manos para simbolizar el vuelo del Espíritu Santo sobre la oblación.
Después el celebrante se arrodilla y pronuncia en arameo la fórmula de la
epíclesis.
Les dejo otro video, en el que se ve la epíclesis en una
misa maronita celebrada por el padre Alberto Meouchi.
miércoles, 24 de febrero de 2016
Consagración en arameo, idioma de Jesucristo
Uno de los ritos orientales es el maronita, que tiene su
origen en el siglo V, que deben su nombre a San Marón. Además de San Marón,
otros maronitas han sido canonizados como San Chárbel Makhlouf y Santa Rafka.
Algo particular del rito maronita es que la consagración es
siempre en arameo, idioma de Jesucristo. Cuando el sacerdote canta las
palabras de la consagración, nos trasladamos en este momento a la Última Cena,
oyendo las palabras del Señor a sus discípulos diciendo: “Coman este es mi
cuerpo, beban esta es mi sangre”. Escuchar de nuevo el eco de la voz de Cristo
es algo que toca lo más hondo del corazón.
Les dejo un video de la consagración en el rito maronita.
Celebra el padre Alberto Meouchi quien, por cierto, escribió un libro llamado
“Alma de Cristo”, en el que desgrana la oración del mismo nombre compuesta como
acción de gracias tras la comunión.
viernes, 19 de febrero de 2016
La preparación de las celebraciones papales
En este video explicamos la forma en la que se preparan las
celebraciones litúrgicas que preside el Santo Padre en Roma.
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