La misa de la Capilla Papal se celebraba como una misa
pontifical pero con las siguientes diferencias:
En el Confíteor (Yo pecador) el cardenal obispo (quien
fungía como presb
El Papa llevaba un manípulo especial en el que se
entrelazaban hilos de color rojo y oro, como símbolo de la unidad del oriente y
el occidente católicos. Después de la primera incensación, los cardenales
diáconos besaban la mejilla y el pecho del papa.
Tras éste gesto el papa se iba al trono que se colocaba bajo
la Cátedra de San Pedro, que se encuentra en el ábside de la Basílica de San
Pedro. El diácono (cardenal diácono), con una de las dos mitras que usaba el
papa (en este momento con la mitra preciosa), se sentaba en un faldistorio
frente al altar y al trono; el subdiácono (el auditor de la rota) y los
ministros de ritos orientales se sentaban en los escalones del altar; y el
obispo asistente y los diáconos asistentes permanecían junto al trono.
La epístola se cantaba dos veces. En primer lugar en latín, por el subdiácono latino. En segundo
lugar en griego, por el subdiácono de rito bizantino. Después de la Epístola,
los dos subdiáconos iban juntos y besaban los pies del Papa.
Del mismo modo, el Evangelio era cantado por primera vez en
lat
He leído que por precaución contra el veneno o las materias
no válida, el sacristán y el copero probaban el pan y el vino en un rito
llamado pregustatio tanto en el ofertorio como antes del Padrenuestro.
En la consagración, al hacer las elevaciones, el papa giraba
en medio círculo hacia ambos lados del altar. En esos momentos ocho ministros
sostenían hachones frente al altar. Mientras las trompetas de la Guardia Noble
interpretaban la “Sinfonía Silveri”. Hay que indicar que no se hacían tocar las
campanas en las capillas papales.
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