Otro uso del gremial de lino era el de amarrarlo a la cabeza
de quien era consagrado obispo. Durante el rito de la consagración episcopal, después
de la imposición de las manos y de la oración consactaroria, se le amarraba al nuevo
obispo un gremial de lino en la cabeza. Una vez que se hacía esto, se le ungía
la cabeza con el santo crisma. Mientras hacía eso, el obispo consagrante
principal tenía otro gremial en las rodillas. Así pues, el crisma no se
derramaba por la cara del nuevo consagrado ni tampoco manchaba la casulla del
obispo consagrante.
Les dejo una foto de la consagración episcopal de Karol
Wojtyla, a la postre San Juan Pablo II, con el gremial amarrado en la cabeza.
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