Et Verbum caro factum est (el
Verbo se hizo carne). Con la Encarnación el Eterno entró en el tiempo y en el
espacio, y nos dio a conocer el verdadero rostro de Dios y el verdadero rostro
del hombre.
Es por este motivo, que cuando
en la misa se reza el Credo debemos de inclinar la cabeza en las palabras “Y
por obra del Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre”,
como un signo de reverencia y de honor al gran momento de la historia, a “la
plenitud de los tiempos”
Les dejo una foto del papa
Francisco, los ceremonieros y los diáconos mientras cantaban esas palabras en
la misa del domingo pasado.
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