Distinta a la inclinación de cabeza es la inclinación de
cuerpo o inclinación profunda. Esta se realiza con todo el tronco superior,
desde la cintura hasta la cabeza, en los siguientes momentos:
1.- Al altar, antes de besarlo al inicio de la misa.
2.- En las oraciones “Purifica
mi corazón”, que se dice antes de proclamar el Evangelio, y en “Acepta, Señor,
nuestro corazón contrito” durante el ofertorio.
3.- En el Canon Romano, durante las palabras Te pedimos
humildemente.
4.- El diácono hace la misma inclinación cuando pide la
bendición antes de la proclamación el Evangelio.
5.- El sacerdote, además, se inclina un poco cuando, en la
consagración, pronuncia las palabras del Señor.
6.- Los acólitos hacen la inclinación antes de acercarse a
prestarle un servicio al celebrante (acercarle el misal, lavarle las manos,
ponerle la mitra)
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