Noviembre es un mes en el que la Iglesia nos invita a rezar
por los fieles difuntos. Es por ello que es costumbre que el Santo Padre
realice dos actos concretos de oración por los difuntos:
1.- El 2 de noviembre, conmemoración de los fieles difuntos,
acude a las grutas vaticanas y ora durante unos momentos por todos sus
predecesores que se han dormido en el Señor.
2.- En otra fecha (este año será el 3 de noviembre) celebra
una misa en la que pide por el eterno descanso de los cardenales y obispos
fallecidos en el último año.
Adicionalmente existe la costumbre de que el Santo Padre
celebra una misa por el eterno descanso de su último predecesor fallecido. Esta
se celebra en la fecha en que es aniversario del deceso del Pontífice.
Esta costumbre no se ha seguido desde el 2010. ¿La razón? En
2011 fue beatificado Juan Pablo II, por lo que no puede pedirse por su eterno
descanso, ya que existe la certeza de que está en la presencia de Dios como se
ha decretado en su beatificación.
Por este motivo, hasta que exista un papa muerto y no
beatificado o canonizado se volverá a celebrar una misa en sufragio por su
alma.
Durante el pontificado de San Juan Pablo II, todos los años
celebró una misa por su predecesor Juan Pablo I, y además, el papa siempre
quiso que en esa misa se pidiera por Pablo VI, quien nunca tuvo una misa
derivado del corto pontificado de papa Luciani.
La foto de la entrada es de la última misa por el eterno descanso de Juan Pablo II, en 2010.
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