Ayer fue la Solemnidad de la Inmaculada Concepción de María,
y algunos periódicos reportaban las misas que se habían celebrado con esa
ocasión. En algunas los celebrantes vestían ornamentos de color azul, por lo
que me preguntaron algunos a qué se debía. Va la explicación:
En las fiestas de la Santísima Virgen se utilizan ornamentos
blancos. Sin embargo, el uso de ornamentos de color azul celeste (color del
cielo, que simboliza pureza y la virginidad, y es asociado tradicionalmente a
la B. V. María) es un privilegio para España y sus antiguas colonias, aun
cuando no se corresponda con el color propio del tiempo litúrgico. Puede usarse
en la solemnidad de la Inmaculada Concepción de María, Patrona de España (se
celebra el 8 de diciembre), su octava (los ocho días posteriores) y todos los
sábados en que se permitan las misas votivas de la Santísima Virgen.
Dicho privilegio le fue concedido a España por la Santa Sede
en 1864, por su defensa y propagación de la creencia en la Inmaculada
Concepción, y por su insistencia a favor de la proclamación del dogma, ya que
los Reyes de España no sólo la pusieron bajo el patronazgo de esta advocación,
sino que pidieron en numerosas ocasiones a los Papas que definieran el dogma.
Los papas concedieron especial Misa y Oficio de este
misterio al Reino y a todos sus dominios, al mismo tiempo que el privilegio de
usar ornamentos azules en la fiesta y durante su octava y Misas votivas.
El privilegio del uso de ornamentos de color azul celeste
también se extiende a la festividad de la Medalla Milagrosa, así como a la
Orden. También lo tiene Alemania en algunas festividades de Nuestra Señora, y
algunas iglesias de Nápoles.
En todos los demás países está terminantemente prohibido, y
para enfatizar esta prohibición, el decreto que concede el "privilegio
español" ha sido expurgado de ediciones posteriores de los Decretos, no
porque haya sido revocado, sino para frustrar la posible pretensión de obtener
un permiso similar por parte de cualquier otra diócesis local.