miércoles, 5 de noviembre de 2014

Las siete velas en las misas episcopales


La Instrucción General del Misal Romano (n. 117) dispone que sobre el altar deben de colocarse, al menos, dos velas. Este número puede aumentar hasta seis.

Una antigua tradición dispone que si hay más de dos velas, en las ferias sólo se encienden dos, pero los domingos, las festividades y las solemnidades se encienden todas.

Sin embargo, cuando celebra el obispo diocesano deben de usarse siete velas según lo indica la Instrucción General del Misal Romano y el Ceremonial de Obispos.

La razón de esto es porque el número siete, en las Escrituras, simbolizan la perfección. Siete son los días de la semana, siete los diáconos para el servicio terrenal, siete los sacramentos, siete los dones del Espíritu, y el Apocalipsis habla de siete lámparas ardiendo delante del trono.

De esta forma, se usan siete velas para destacar la plenitud del sacerdocio de la que participa el obispo. Es un signo que expresa la preeminencia episcopal.


Sólo se usan las siete luces si el obispo que oficia es el obispo diocesano, o sea, el que tiene la jurisdicción en la diócesis. Si un obispo oficia fuera de su jurisdicción no se encienden las siete luces, al igual que no portan báculo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario