Como el domingo próximo, II Domingo de Pascua o de la Divina
Misericordia serán canonizados los beatos papas Juan XXIII y Juan Pablo II,
quisiéramos explicar esta ceremonia.
El rito de canonización se hace en durante los ritos
iniciales de la misa. Durante la procesión de entrada se entonan las letanías
de los santos.
Una vez que el papa saluda al pueblo (La paz esté con
ustedes), el Prefecto de la Congregación de las Causas de los Santos,
acompañado por los postuladores se acerca al Santo Padre y hace la primera petición de canonización.
Tras esta petición, pide a todos que recen en silencio. Este momento lo termina
con una oración.
Inmediatamente, el Prefecto le hace una segunda petición de
canonización. El Santo Padre invoca al Espíritu Santo y se inicia el canto del
Veni Creator, para que el Espíritu
ilumine al papa.
Concluido el Veni Creator, el Prefecto para las Causas de
los Santoa hace una tercera parición de canonización de los beatos.
Entonces el Santo Padre pronuncia la fórmula solemne de la
canonización, que es la siguiente:
“Ad honorem Sanctae et Individuae Trinitatis, ad
exaltationem fidei catholicae et vitae christianae incrementum, auctoritate
Domini nostri Iesu Christi, beatorum Apostolorum Petri et Pauli ac Nostra,
matura deliberatione praehabita et divina ope saepius implorata, ac de
plurimorum Fratrum Nostrorum consilio, Beatos Ioannem XIII et Ioanne Paulum II,
Sanctos esse decernimus et definimus, ac Sanctorum Catalogo adscribimus,
statuentes eum in universa Ecclesia inter Sanctos pia devotione recoli debere.
In nomine Patris et Filii et Spiritus Sancti.”
Su traducción es esta:
“En honor a la Santísima Trinidad,
para exaltación de la fe
católica
y crecimiento de la vida cristiana,
con la autoridad de nuestro Señor
Jesucristo,
de los Santos Apóstoles Pedro y Pablo
y la Nuestra,
después de
haber reflexionado largamente,
invocando muchas veces la ayuda divina
y oído el
parecer
de numerosos hermanos en el episcopado,
declaramos y definimos Santos
a
los Beatos
Juan XXIII y Juan Pablo II,
y los inscribimos en el Catálogo de los
Santos,
y establecemos que en toda la Iglesia
sean devotamente honrados entre
los Santos.
En el nombre del Padre y del Hijo
y del Espíritu Santo.”
Después se canta un triple amén seguido del Iubilate Deo.
Mientras eso sucede, se llevan las reliquias de los nuevos santos al altar,
donde son incensadas por un diácono.
Tras lo anterior, el Prefecto de la Congregación de las
Causas de los Santos, acompañado de los Postuladores de las Causas, agradece al
Santo Padre:
“Beatísimo Padre,
En nombre de la Santa Iglesia
agradezco a
Vuestra Santidad
la proclamación hecha,
y pido humildemente disponga
que sea
publicada la Carta Apostólica
de la Canonización.”
A lo que el Santo Padre responde: “Lo ordenamos.”
En ese momento inicia el canto del Gloria y la misa sigue
como de costumbre.
Durante la plegaria eucarística ya se menciona el nombre de
los santos. Se usará la plegaria III y se dirá: “Que él nos transforme en
ofrenda permanente, para que gocemos de tu heredad junto con tus elegidos: con
María, la Virgen Madre de Dios, su esposo san José, los apóstoles y los mártires, con san Juan y san Juan Pablo y todos los
santos, por cuya intercesión confiamos obtener siempre tu ayuda.”
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