El próximo miércoles es Miércoles de Ceniza. El papa
celebrará la misa en la Basílica de Santa Sabina, pero saldrá en procesión
desde la Basílica de San Anselmo. ¿Por qué es esto?
Una antigua tradición de la Diócesis de Roma son las
“estaciones cuaresmales”. Cada uno de los días de cuaresma, se reunía la
comunidad en una “iglesia menor” de la Urbe. El papa pronunciaba una oración y
desde ahí se partía en procesión, cantando la letanía de los santos, hasta una
“iglesia titular” o basílica, donde se celebraba la Misa.
El objetode la práctica de estas estaciones cuaresmales es
el de resaltar la dimensión peregrinante del camino cuaresmal como itinerario
hacia la Pascua.
En los antiguos misales se recogía esta tradición, indicando
el día y la basílica en la que se celebraba la estación. Así todo el mundo se
unía a la Iglesia de Roma. Por ejemplo, se decía: “Miércoles de Ceniza: Feria
de primera clase. Estación en Santa Sabina”.
De acuerdo a esta tradición, el papa acude todos los años a
la Basílica de San Anselmo. Ahí pronuncia una breve oración y se inicia una
procesión hasta la Basílica de Santa Sabina, en donde se celebra la misa dentro
de la cual se lleva a cabo el rito de la ceniza, como en cualquier lugar del
mundo.
La costumbre es que el cardenal presbítero que tiene el
título de Santa Sabina sea quien le imponga la ceniza al papa. En este caso es
el cardenal Jozef Tomko.
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