viernes, 24 de enero de 2014

Ferula papal I: Pablo VI

A diferencia del resto de los obispos, el papa no usa báculo. La razón de esta costumbre reside en el hecho de que el báculo era un símbolo de la jurisdicción que se le otorgaba al obispo electo por parte del Santo Padre que lo nombraba. El Papa, en cambio, no recibía la investidura de nadie: sólo de Dios. Santo Tomás de Aquino lo explica diciendo “El Romano Pontífice no hace uso del báculo [..] esta también es una señal de que él no tiene poder limitado, lo que se significa con la curvatura del báculo” (“Romanus pontifex non utitur baculo … etiam in signum quod non habet coarctatam potestatem, quod curvatio baculi significat”, en Super Sent., lib. 4 d. 24 q. 3 a. 3 ad 8).

En algunas ocasiones, sin embargo, utilizaba una vara sin curvatura, a la que se le llama férula (no báculo). Ciertamente, en ceremonias como la apertura de la puerta santa y las consagraciones de las iglesias, en las que el Papa tomaba la férula para golpear tres veces la puerta y para dibujar el alfabeto latino y griego sobre el pavimento de la iglesia.

En la Baja Edad Media, los Papas usaban como férula también un bastón con tres travesaños.

Después de su elección en 1963, el Papa Pablo VI encargó la elaboración de diversas férulas, las que fueron realizadas siguiendo la tradición medieval de que fuera una cruz, pero con un solo travesaño. Sucesivamente, lo adoptó en modo análogo al báculo del obispo en las celebraciones litúrgicas.

A continuación ponemos fotos de las férulas que utilizó Pablo VI durante su pontificado.


Entre todas éstas, la que perduró fue la que le encargó al escultor napolitano Lello Scorzelli, y han utilizado todos sus sucesores (última de la secuencia).






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