Hemos comentado errores en la elección de la música
litúrgica en los matrimonios. No queremos señalarlos como una crítica, sino
invitar a una correcta celebración, porque así se puede catequizar sobre la
importancia de este sacramento. Muchas veces no se cuida tanto como una
ordenación. Pero es sumamente importante para los fieles que también se ponga
atención en los detalles del sacramento que habrán de recibir.
Hace un par de días nos preguntaban quién debía encargarse,
y contestábamos que el sacerdote y los contrayentes. Como en cualquier
celebración, pensamos que la preparación con el tiempo oportuno y en la que no
se deje nada a la improvisación, es la mejor solución. La liturgia papal, en
este sentido, es un ejemplo.
Si de la misma forma en que los novios se reúnen con los
banqueteros, tuvieran una reunión con el sacerdote celebrante, los acólitos,
lectores y el maestros músicos, podría dignificarse mucho la celebración. Cada
uno sabría en qué momento debía hacer algo.
Hace un tiempo, en Youtube, me encontré con videos de la
celebración de un matrimonio en la Ciudad de México, en el que se notaba que se
habían cuidado todos los detalles. Un ejemplo. Durante el consentimiento, un
acólito sostenía una cartela con los votos que leían los novios, y otro les
acercaba el micrófono. El sacerdote celebrante tenía otra copia de los votos y
su propio micrófono. Con eso se evitaba que el sacerdote les “soplara” que
decir y se atorara el cable del micrófono.
Otro ejemplo, las damas subieron con los anillos y las arras
en el momento oportuno, sin que las tuviese que llamar el sacerdote, lo que
interrumpe la celebración. Otro detalle: tras los votos se cantó el triple amén
y un himno de alabanza a Dios, como manda el ritual del matrimonio, y siempre
se omite.
Esta boda que está en Youtube empezó haciendo sonar el
“shoraf”, un instrumento judío del que hay muchas referencias en la Biblia. Se
usaba para convocar al pueblo. Esto sólo lo había visto en el Vaticano, durante
el Jubileo del año 2000. Tras ello, se interpretó el Iubilate Deo de Mons.
Marco Frisina, actual director del Coro de la Diócesis de Roma.
Desde luego, no todas las bodas tienen que ser como las que
comento. Sería una locura. No está al alcance de todos. Lo que sí está, y es el
sentido de este post, es que se cuiden los detalles. El que haya reuniones
antes de la boda con el sacerdote. El que se le de gloria a Dios en lo pequeño,
sabiendo que el mismo Jesús dijo que “quien es fiel en lo poco, lo es en lo
grande” (Lc 16, 10)
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