jueves, 29 de mayo de 2014

Consagración episcopal IV


Tras la unción con el crisma, se desarrollan los llamados “ritos explicativos” del sacramento. El nuevo obispo se acerca al Santo Padre y se arrodilla ante él. El papa le entrega, en primer lugar, el Evangeliario, pues como obispo le corresponde la tarea de enseñar la Palabra de Dios.

Mientras se lo entrega le dice: “Recibe el Evangelio y proclama la Palabra de Dios con deseo de instruir y con toda paciencia”.

Después le pone el anillo en el dedo anular de la mano derecha. Todos los obispos usan un anillo, como símbolo de que son cabeza de una iglesia local, y la Iglesia es la Esposa de Cristo. Únicamente el Viernes Santo, en que el Esposo ha muerto, no lo usan. Mientras el Santo Padre se lo pone le dice “Recibe este anillo, signo de fidelidad, y permanece fiel a la Iglesia, esposa santa de Dios”.

En tercer lugar le impone la mitra en la cabeza. Antes, el segundo ceremoniero le pone el solideo. Cuando veo la mitra en la cabeza de un obispo pienso que tiene la forma de una lengua de fuego, y me imagino al Espíritu Santo iluminándolo. Mientras el papa se la impone le dice: “brille en ti el resplandor de la santidad para que, cuando aparezca el Príncipe de los pastores, merezcas recibir la corona de gloria que no se marchita”.

Por último, el papa pone en las manos del nuevo obispo el báculo pastoral, que es signo de la jurisdicción que tiene, la potestad de regir en una iglesia particular. También es símbolo de pastor pues éstos llevan un callado. Por eso, mientras se lo entrega le dice “cuida de todo el rebaño que el Espíritu Santo te ha encargado guardar como pastor de la Iglesia de Dios”

En ese momento, en nuevo obispo se pone de pie. Ya lo reconocemos como tal por su indumentaria. Se ve igual que los tres que los consagraron.

Cuando se ordena a un obispo residencial en su diócesis, en ese momento se le sienta en la cátedra, la sede presidencial que tiene cada obispo en su catedral.

Como en el caso de las consagraciones episcopales que hace el papa no son de obispos en sus diócesis, sino para otras, el recién ordenado se sienta en un asiento que se le ha preparado junto a los obispos consagrantes, como signo de que se ha incorporado al orden episcopal y puede sentarse junto a ellos.

Este es el único día en que veremos que un obispo usa báculo en una misa que celebra el papa. En cualquier ceremonia sólo el papa usa la férula. En las celebraciones en que participan varios obispos, solo el principal usa báculo. Pero en una consagración episcopal pueden verse varios báculos o, báculos episcopales y la férula papal. 



No hay comentarios:

Publicar un comentario