La vestimenta de los acólitos

Nos preguntaron si era correcto que los que ayudaban a misa fueran de traje, o era necesario que se vistieran de otro modo.

Para dar respuesta a esta cuestión, hay que distinguir que existen dos tipos de personas que pueden ayudar a misa: los acólitos instituidos y, a falta de él, cualquier fiel laico.

El acolitado es un ministerio para el que se instituye a un fiel laico. No es parte del orden sacerdotal, es decir, una la persona sigue siendo laica. Simplemente se trata de alguien con una formación especial son instituidos en una ceremonia litúrgica en este ministerio para que de forma estable desempeñen la función de ayudar en las ceremonias litúrgicas.

Cuando no existe un acólito instituido, cualquier fiel puede ayudar a misa. Generalmente también le llamamos “acólito” a quien desempeña esta función temporalmente, pero es preferible decirle “monaguillo”, para que no exista confusión.

Al respecto dice el Código de Derecho Canónico:

“230 § 1. Los varones laicos que tengan la edad y condiciones determinadas por decreto de la Conferencia Episcopal, pueden ser llamados para el ministerio estable de lector y acólito, mediante el rito litúrgico prescrito; sin embargo, la colación de esos ministerios no les da derecho a ser sustentados o remunerados por la Iglesia.

§ 2.    Por encargo temporal, los laicos pueden desempeñar la función de lector en las ceremonias litúrgicas; así mismo, todos los laicos pueden desempeñar las funciones de comentador, cantor y otras, a tenor de la norma del derecho.”

Sobre esta base, hay que señalar que la Instrucción General del Misal Romano, en lo referente al modo en que deben vestirse los acólitos y los monaguillos para ayudar a misa dice lo siguiente:

“339. Los acólitos, los lectores y los otros ministros laicos, pueden vestir alba u otra vestidura legítimamente aprobada en cada una de las regiones por la Conferencia de Obispos”

De acuerdo a ello, parece que sólo se regula la vestimenta de los acólitos instituidos, y que ésta consiste en el alba “u otra vestidura legítimamente aprobada” por la Conferencia del Episcopado.

En el caso de México, la Conferencia del Episcopado no ha aprobado otra vestidura. Pero, como la regla general es que los acólitos instituidos sean seminaristas, suelen vestirse con la sotana negra, la banda azul y el roquete. Como no se ha dicho nada en contrario, debe entenderse que la sotana y el roquete es también vestidura litúrgica aprobada por la Conferencia del Episcopado.

Así pues, los acólitos instituidos pueden vestirse de alba o con sotana y roquete mientras ayudan a misa.

Respecto a los monaguillos (los que ayudan a misa sin haber sido instituidos acólitos), no existe una regulación sobre su vestimenta durante las celebraciones litúrgicas. Puede hacerlo la Conferencia del Episcopado pero no lo ha hecho.

Ante la falta de norma expresa, hay que estar a la costumbre. Y ésta es que los niños que ayudan a misa suelen vestir una sotana roja o azul con un roquete.

En cuanto a los adultos, no hay una costumbre fija. Pero creo que si consideramos que deben vestirse especialmente bien porque están sirviendo al altar durante el Santo Sacrificio de la Misa. Al Señor le debemos el máximo decoro. En este sentido, si alguien se viste de traje para ayudar a misa, me parece que es correcto, porque así nos ponemos para ir a las fiestas, dentro de la que se encuentra la “Fiesta de la Fe”, la misa.