lunes, 19 de mayo de 2014

El rito sirio-malabar


En el inicio de la Iglesia cada comunidad eclesial comenzó a celebrar la misa de una forma propia, con un rito particular. Muchos de estos ritos se remontan a los mismos apóstoles.

En el Concilio de Trento, para evitar que las doctrinas protestantes hubiesen contaminado la liturgia, se dispuso que sólo las diócesis en que se celebrara con un rito con más de 200 años de antigüedad podrían continuar con su liturgia propia; los demás deberían de seguir el rito que se usaba en la diócesis de Roma. Es por eso que se usa actualmente el “Misal Romano” en todas las iglesias que conocemos.

Esta disposición provocó que casi todo occidente utilizara el rito romano o rito latino. Pero las iglesias de oriente, por tener ritos con tradición apostólica, los conservaron.

Así, en occidente tenemos el rito romano o latino, que es el más extendido. Pero también existe el rito ambrosiano (con origen en san Ambrosio), que se usa en la arquidiócesis de Milán, o el rito Hispano-Mozárabe que se usa en la arquidiócesis de Toledo, primada de España.

Por su parte, en oriente existe una variedad importante de ritos. Alguno de ellos son: maronita, copto, armenio, sirio, caldeo, melquita, ucraniano, rumano, sirio-malankara, y sirio-malabar, entre otros.

Así pues, el sirio-malabar es un rito católico, que demuestra la variedad y la universalidad de la Iglesia. Están en plena comunión con el papa. Sólo se distinguen porque celebran de una forma distinta, que se remonta al apóstol Tomás. Además, se rigen por algunas disposiciones jurídicas específicas  (Código de Derecho Canónico de las Iglesias Orientales).

Como un gesto a favor de la libertad litúrgica del rito sirio-malaquita es que el papa Juan Pablo II celebró la misa conforme a este rito, según se puede ver en la foto que pusimos el otro día.

La sede de este rito es una diócesis (propiamente se llama eparquía, como todas las dióceis orientales), la archieparquía de Ernakulam – Angamaly, en la India. Al frente de la cuál se encuentra el arzobispo (archieparca mayor) George Alencherry.

A su archieparca se le da el título de “su beatitud”, como a los patriarcas orientales. “Su santidad” es un título reservado al papa. Como ellos están por debajo del papa pero por encima de otros obispos (eparcas) de ese rito se les denomina “su beatitud”.


Su beatitud George Alencherry fue creado cardenal por el papa Benedicto XVI en febrero de 2012. Como es de otro rito católico, viste la sotana propia de este rito, aunque sea cardenal. Su capello cardenalicio tiene una cruz dorada en la parte superior, además de tener otra forma. No lleva roquete ni muceta. Les dejamos una foto para que vean las diferencias.

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